Basada en hechos reales
Ian Curtis, vida y muerte de un genio
- Buen conocedor de las interioridades de las grandes estrellas del rock gracias a su trabajo como fotógrafo y director de videoclips, Anton Corbijn dirige Control, inmersión en la controvertida y apasionante personalidad de Ian Curtis, líder del grupo Joy Division, basada en la biografía de la esposa del músico.
Àlex Montoya - Fotogramas - 06/04/2009
Creatividad torturada
A mediados de los 90, Deborah Curtis escribió Touching from a Distance: La vida de Ian Curtis y Joy Division, visión nada romántica del que fue su marido, Ian Curtis, líder de Joy Division. Músico genial de personalidad torturada, depresivo y epiléptico, se suicidó el 18 de mayo de 1980, a los 23 años de edad. En el libro de su viuda se basa Control, biopic melancólico, a medio camino entre la elegía y la desmitificación, que parte del momento en que un Curtis adolescente conoce a su futura esposa y que muestra cómo el músico crea Joy Division y va abandonando paulatinamente su vida personal y familiar, centrando su atención en su faceta creativa y en una periodista belga que convertirá en su amante.
A mediados de los 90, Deborah Curtis escribió Touching from a Distance: La vida de Ian Curtis y Joy Division, visión nada romántica del que fue su marido, Ian Curtis, líder de Joy Division. Músico genial de personalidad torturada, depresivo y epiléptico, se suicidó el 18 de mayo de 1980, a los 23 años de edad. En el libro de su viuda se basa Control, biopic melancólico, a medio camino entre la elegía y la desmitificación, que parte del momento en que un Curtis adolescente conoce a su futura esposa y que muestra cómo el músico crea Joy Division y va abandonando paulatinamente su vida personal y familiar, centrando su atención en su faceta creativa y en una periodista belga que convertirá en su amante.
¿El fotógrafo del rock?
Me encontré con Ian en dos o tres ocasiones. La primera fue un momento muy breve, cinco o diez minutos. Anton Corbijn, el director, recuerda su primer contacto con el objetivo de hacer su primer film: Recién llegado a Inglaterra conté a los Joy Division mi deseo de retratarlos. Casi no hablamos, yo era tímido y no dominaba el inglés, ni siquiera estrechamos las manos. En aquel tiempo construía su, ahora reputada, trayectoria como fotógrafo, sobre todo de grupos de rock. Estoy harto de esta etiqueta, soy retratista, se rebela Corbijn, que, de hecho, tuvo mucho que ver en la concepción visual de bandas como U2 o Depeche Mode. El director holandés (que insiste que esta no es una película musical, sino una historia de amor con gran música de fondo) da en el film una imagen de Curtis que huye del mito: Era agradable, pero un bastardo con las mujeres. Y un maniático del control, quizás por la vergüenza que le daba su epilepsia.
Me encontré con Ian en dos o tres ocasiones. La primera fue un momento muy breve, cinco o diez minutos. Anton Corbijn, el director, recuerda su primer contacto con el objetivo de hacer su primer film: Recién llegado a Inglaterra conté a los Joy Division mi deseo de retratarlos. Casi no hablamos, yo era tímido y no dominaba el inglés, ni siquiera estrechamos las manos. En aquel tiempo construía su, ahora reputada, trayectoria como fotógrafo, sobre todo de grupos de rock. Estoy harto de esta etiqueta, soy retratista, se rebela Corbijn, que, de hecho, tuvo mucho que ver en la concepción visual de bandas como U2 o Depeche Mode. El director holandés (que insiste que esta no es una película musical, sino una historia de amor con gran música de fondo) da en el film una imagen de Curtis que huye del mito: Era agradable, pero un bastardo con las mujeres. Y un maniático del control, quizás por la vergüenza que le daba su epilepsia.
Los ‘otros’ Joy Division
Corbijn, que casi siempre trabaja en blanco y negro, repite en esta ocasión, pero por una razón de peso: Mis recuerdos de Joy Division son en blanco y negro... El director se enfrentó al reto de encontrar al otro Ian Curtis. El elegido fue el debutante (en cine) Sam Riley. Curiosamente, en 24 Hour Party People (Michael Winterbottom, 2002), film en cuya trama también aparecían Joy Division, Riley dio vida a Mark E. Smith (cantante de The Fall), pero su rol desapareció en el montaje definitivo. Samantha Morton (Minority Report) y Alexandra Maria Lara (The Reader) son la esposa y amante de Curtis, y Joe Anderson (Across the Universe), James Anthony Pearson y Harry Treadaway son el resto del grupo. Ellos interpretaron las canciones del score. Ensayaron mucho y se volvieron muy buenos, dice Corbijn. La música de Joy Division no es compleja. Hubiera sido más problemático con Pink Floyd...
Corbijn, que casi siempre trabaja en blanco y negro, repite en esta ocasión, pero por una razón de peso: Mis recuerdos de Joy Division son en blanco y negro... El director se enfrentó al reto de encontrar al otro Ian Curtis. El elegido fue el debutante (en cine) Sam Riley. Curiosamente, en 24 Hour Party People (Michael Winterbottom, 2002), film en cuya trama también aparecían Joy Division, Riley dio vida a Mark E. Smith (cantante de The Fall), pero su rol desapareció en el montaje definitivo. Samantha Morton (Minority Report) y Alexandra Maria Lara (The Reader) son la esposa y amante de Curtis, y Joe Anderson (Across the Universe), James Anthony Pearson y Harry Treadaway son el resto del grupo. Ellos interpretaron las canciones del score. Ensayaron mucho y se volvieron muy buenos, dice Corbijn. La música de Joy Division no es compleja. Hubiera sido más problemático con Pink Floyd...
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